8/2/12

Aquest temps de silenci...


El tancament del bloc Tourmalet va ser un final d’etapa. El que havia començat com una mera distracció dominical es va acabar convertint en un repte personal i, gairebé, professional. Sense un criteri prou definit en principi, el bloc va anar derivant cap a una mena de revista pensada per un usuari i intentant fer-la atractiva a d’altres senzills usuaris, ja fossin ciclistes urbans, de carretera o muntanya. L’àmplia resposta dels lectors, algun d’ells avui ja amics, va fer créixer aquella idea fins rebassar el projecte original. Al llarg de quatre anys Tourmalet (que podreu seguir consultant) es va anar consolidant a còpia d’aprofundir en els temes relacionats amb la difusió de la bici i apartant-se del ciclisme de competició i professional, que tant ha decebut a la majoria d’usuaris que ja ni el segueixen n li fan gaire cas (Tour a banda, és clar). Quan el bloc i les possibilitats de qui el promovia van tocar sostre va ser el moment de dir prou. A mes, altres projectes culturals relacionats amb les bicis reclamaven molta atenció. I a això ens hem dedicat aquests mesos de silenci.
Amb una exposició al Museu Olímpic i de l’Esport sobre el centenari de la ‘Volta’ (del 27 de setembre al 6 de novembre) i la presentació del llibre ‘Volta a Catalunya 1911-2011. Un segle d’esport i país’ (Cossetània edicions), al cor mateix de Sants el dia 19 de desembre, vaig acabar l’any fatigat d’escriure sobre bicicletes. Si l’equip que va treballar en aquestes dues commemoracions centrals del segle de vida de la cursa se’n va sortir correctament o no, vosaltres en sou testimonis i crítics. La feina s’ha mostrat en públic.

En Màrius Serra va escriure aquest article a La Vanguàrdia sobre el llibre i la seva relació personal amb el ciclisme. Ens sembla un text intel·ligent i emocionant que capta molt be el sentit del llibre.

La ‘Volta’ al mundo

Esta tarde se presenta un libro sobre el centenario de la Volta ciclista a Catalunya. El acto se celebra en el salón de plenos del Consell Municipal de Sants-Montjuïc, debido a la vinculación de la Unió Esportiva Sants a la Volta. El libro luce un título inequívoco Volta a Catalunya 1911-2011. Un segle d'esport i país (Cossetània) y el autor es el escritor Rafael Vallbona, alguien que no sólo vibra con el ciclismo desde el sofá sino que lo practica. En estos últimos años, Vallbona se ha dedicado a pedalear y escribir crónicas sobre las rutas míticas del Tour de Francia (De Donostia a Portbou, 2002) o del Giro de Italia (Volta a les Dolomites i als Alps italians, 2007). Ahora se concentra en una de las carreras más antiguas del mundo. El Tour es de 1903, el Giro de 1909 y la primera Vuelta ciclista a España no se celebró hasta 1935. Por eso el centenario de la Volta es un buen momento para mirar atrás y también adelante, tal como hacen los ciclistas cuando van escapados. El futuro del ciclismo está amenazado por el dopaje, pero su épica sigue intacta y su plasticidad audiovisual lo ha proyectado como uno de los grandes espectáculos. El Tour está en la cumbre y el reto actual es demostrar que hay vida más allá del Tour. El mundo del ciclismo es modesto y sacrificado. Las carreras de un día mantienen un vínculo con las tradiciones festivas y las de tres semanas han tejido un género que llama la atención de los espectadores. Entre dos aguas, las carreras de una semana, como la Volta, luchan por hallar su lugar. Más o menos, todos hemos aprendido a leer relatos que entrelazan sprints colectivos y grandes duelos individuales contra el crono, la alta montaña y los repechos, los escapados y los que van a rueda, las pájaras históricas, los ataques inesperados, las caídas y los grupitos de consuelo que se autoayudan para no llegar fuera de control. El ciclismo, gracias a la escritura de autores todo terreno como Vallbona o el periodista Xavier G. Luque, de narradores como Javier García Sánchez (autor de la celebrada novela El Alpe d'Huez) o la oralidad de comentaristas tan bien informados como el periodista Carlos De Andrés o el ex ciclista Perico Delgado, ha generado un lenguaje rico para relatar el montón de detalles que confluyen en una carrera ciclista y la transforman en un evento capaz de integrar apasionantes acciones deportivas en un paisaje a menudo desconocido. El futuro de las vueltas ciclistas pasa por las carreteras secundarias, las rutas menos conocidas y los lugares menos masificados. La famosa serpiente multicolor es un formato ideal para fijar los focos en la diversidad, evitando las vías rápidas, las rotondas horripilantes y las grandes superficies que tienden a igualarlo todo. Durante la República, mi padre corrió la Volta a Catalunya dos veces, siempre como gregario del gran Mariano Cañardo. Si no me vaciló, una vez incluso consiguió acabarla. De pequeño la seguíamos juntos con pasión, pero nuestros favoritos (en ausencia de Eddy Merckx siempre íbamos con el equipo Kas) nunca ganaban. Recuerdo con especial frustración la victoria del italiano Franco Bitossi sobre Paco Galdós. Al año siguiente ganó Luis Ocaña, pero nosotros íbamos con Txomin Perurena. Era la época de nombres como Gimondi, Thévenet, Zoetemelk o Roger de Vlaeminck. Por fin, cuando yo tenía diez años, Perurena consiguió ganar y fuimos a verle a la llegada. Mi padre me enfundó un maillot amarillo de Kas y, tras mucha espera, el gran Txomin me firmó un autógrafo en el pecho. Es la única vez que he podido experimentar lo que siente una groupie.

Veieu el vídeo de presentació del llibre:


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